
Él y John Cale cambiaron las reglas del juego con The Velvet Underground. Era una mezcla perfecta: uno era calle, el otro era élite. Uno era práctica, el otro teoría. No recibieron los réditos de su contribución en su momento, pero el tiempo se lo devolvió transformándolos en mitos malditos, y su legado se extendió para siempre en forma de banana fluorescente.
Paradójicamente, ese legado llegó primero a España centrado en su posterior carrera en solitario. Loquillo afirma que Lou Reed fue más importante que Elvis en la España rockera de la transición. Ramoncín traducía sus canciones con un diccionario palabra a palabra, y Burning reproducian su sedoso y bífido fraseo mientras serpenteaban sobre la letra de "Qué hace una chica...